La ciudad late a dos ritmos que se abrazan. Su pasado se siente en la “almendra medieval”, la colina que el rey navarro Sancho VI fortificó en 1181, desde la que aún se contemplan murallas, palacios y la catedral de Santa María, abierta al público. Más allá, la naturaleza se adentra en la ciudad a través del Anillo Verde: parques como Salburua o Armentia, convertidos en humedales y robledales donde puedes pedalear entre garzas o ciervos. Cuando cae la tarde, el arte rompe la quietud en el museo Artium y la vida se derrama por la Plaza de la Virgen Blanca entre txakoli y pintxos. En un mismo paseo viajas de la Edad Media al presente… sin salir de la misma calle.
El Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz es una red de parques y espacios naturales que rodea la ciudad, creada para recuperar entornos degradados y acercar la naturaleza a los ciudadanos. Este corredor ecológico permite disfrutar de paisajes variados como humedales, bosques, ríos y praderas, ideales para pasear, montar en bici u observar fauna. Espacios como Salburua, Zabalgana o Armentia forman parte de este pulmón verde que ha convertido a Vitoria en un referente de sostenibilidad urbana en Europa.
Si estás pensando en hacer turismo en Vitoria-Gasteiz, descubrirás una ciudad preparada para recorrerla de forma sostenible y sencilla. Gracias a sus casi 100 km de carriles y sendas ciclables, moverte en bicicleta es una forma estupenda de conectar con el entorno verde y acogedor de la capital vasca.
Para quienes prefieren el transporte público, el tranvía de Vitoria-Gasteiz —operativo desde 2008— permite desplazarse de manera ágil hasta el centro de la ciudad, con horarios nocturnos los fines de semana y festivos, perfecto para exprimir cada minuto de tu viaje.
Además, las 10 líneas de autobuses urbanos cubren todos los rincones de la ciudad con frecuencias aproximadas de 10 minutos, en servicio desde las 6 de la mañana hasta las 22:00. Una alternativa práctica y cómoda para viajar por el País Vasco sin preocupaciones.